Asertividad, Emociones, Funciones ejecutivas, Gestión Emocional, Infantil, Lectoescritura, Maternidad, NUESTRO BLOG, Organización, Parentalidad, Reeducación, Relaciones Sociales
Hoy queremos facilitaros diversos recursos TIC para niños y niñas con TEA. Como ya sabréis, dado que escribimos mucho sobre ello, el Trastorno del Espectro del Autismo es muy amplio y hay muchos tipos de perfiles, algunos más similares y otros más distintos entre ellos. Os ofrecemos herramientas tanto para estimular y ampliar lenguaje, como para trabajar diferentes situaciones sociales y la identificación emocional, así como juegos interactivos para trabajar varias dificultades de una manera divertida.
¡Empecemos!
- Pictotraductor: es una página web que convierte las palabras en pictogramas. Además, también las verbaliza a través de audio. De esta manera podemos obtener aquellos pictogramas que nos faciliten la comunicación con nuestros/as peques.
- El sonido de la hierba al crecer: es una página web con un montón de recursos, para diferentes perfiles, diferentes edades y para trabajar diferentes dificultades. Encontraremos tanto historias sociales, como pictogramas y cuentos para reeducar algunos aspectos. También hay juegos que se pueden imprimir para poder jugar en físico, todos ellos gratuitos. Si entráis, encontaréis también testimonios y miles de recursos súper útiles para trabajar situaciones bastante comunes con las que muchas personas con TEA se encuentran.
- Soyvisual: es un sistema de comunicación aumentativa, que tiene una aplicación para poder hacer ejercicios prácticos. Funciona muy bien para niños y niñas que no identifican aún los pictogramas y están haciendo la transacción de lo real a los pictos.
- Día a día: es un recurso que te deja anotar las actividades diarias y guardarlas, para poder tener organizado el día y anticipar posibles imprevistos. Promueve la orientación temporal-espacial y pueden realizarlo los niños o niñas de manera autónoma, o con la ayuda de sus referentes.
- Isecuencias: súper útil para trabajar y fomentar habilidades sociales e identificación emocional.
- Sígueme: aplicación para mejorar procesos congnitivos-visuales y perceptivos-visuales, con el objetivo de estimular la adquisición de palabras a través de distintos materiales audiovisuales.
- Look at Me: un juego estupendo, basado en diferentes misiones, con el objetivo de promover, entender y detectar las emociones de otras personas. Utiliza un sistema de puntos para mantener a todos/as los niños y niñas motivados.
- ARASAAC: uno de los recursos más utilizados y protagonistas en la historia del Autismo, se trata de un recurso de comunicación aumentativa y alternativa que ofrece muchísimos pictogramas.
Hay una gran cantidad de páginas web y aplicaciones que nos pueden ayudar a fomentar el lenguaje, las habilidades sociales, el reconocimiento emocional, la imitación, la lectura, escritura, la interacción con los demás y todas ellas de una manera divertida y atractiva.
¡Si queréis más recursos no dudéis en escribidlo en comentarios y así lo haremos! ¡Hasta el próximo miércoles! ¡Feliz semana!
El equipo de Somni Psicologia
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Se acerca San Jorge y Santa Jordina y… ¡cómo nos gusta! Un día en el que el olor a rosas, a libros y a ilusión se respira por todas las calles y que, después de los años que hemos pasado, ¡esperamos con más ganas que nunca!
Con la oportunidad de pasear por las calles rodeados/adas de libros, novelas, y todo tipo de opciones de lectura para grandes y pequeños, también nos surge una gran duda: ¿qué libro regalo a mis hijos/as?
Y es que actualmente, en plena era de la digitalización, cada vez es más frecuente ver a los niños y niñas entretenerse con apoyos digitales como smartphones o tablets, antes incluso de aprender a leer o escribir, o escogiendo este tipo de entretenimiento digital tan atractivo; haciendo que los cuentos o libros queden en un segundo plano.
Pero, ¿y si le damos un valor añadido a estos cuentos?, ¿Y si buscamos un beneficio en los niños y niñas más allá de la lectura o el vocabulario?, ¿Y si lo convertimos en un momento en familia, generando un espacio en el que los más pequeños y pequeñas puedan hablar de sus emociones, vivencias… y nosotros/as compartir también las nuestras?
En el artículo de hoy queremos compartir con vosotros y vosotras seis ideas de libros para hablar de emociones, sentimientos, personalidad, autoestima, etc., con los niños y niñas. Una manera de crear un momento lúdico, en familia y que nos ayudará a hablar y verbalizar todo un mundo interior que, a veces, no encuentra la forma de salir.
1. El emocionario
Pensado para niños y niñas a partir de 6 años de edad, “El emocionario” nos describe hasta cuarenta y dos estados emocionales diferentes, algunos más sencillos y otros más complejos. El libro nos describe cada emoción y nos explica cómo nos sentimos cuando la sentimos y, además, nos va encadenando las diferentes emociones y relacionándolas entre ellas, por lo que podemos decidir si queremos seguir todo el viaje emocional, o bien ir a una emoción en concreto.
2. El hilo invisible
Recomendado a partir de 4 años, “El hilo invisible” nos ayuda a trabajar con los pequeños y pequeñas de la casa la separación de una persona querida: el inicio de la escuela, la muerte de alguien próximo, una separación… A través de esta historia, los y las ayudamos a entender los vínculos con las personas que queremos y cómo, a pesar de no ser físicamente, seguimos conectados.
3. El monstruo de colores
Este cuento para niños y niñas a partir de 3 años, nos presenta como protagonista a un pequeño monstruo que se ha despertado con todas las emociones muy mezcladas. A partir de aquí, con la ayuda de una niña, poco a poco el monstruo irá separando y ordenando sus emociones, aprendiendo a identificar y describir cada una de ellas y dándose cuenta que, ordenadas, funcionan mucho mejor.
4. Te quiero casi siempre
Escrito para niños y niñas a partir de los 6 años de edad, “Te quiero casi siempre” nos invita a reflexionar sobre las diferencias entre las personas, ya sean físicas o de personalidad, y que a veces son estas diferencias las que nos hacen querer al otro. Siguiendo la historia de Lolo y Rita, y de las diferencias entre ellos que a veces les molestan, se habla de cómo construir relaciones basadas en el respeto y la aceptación de la diversidad.
5. Topito terremoto
Pensado para niños y niñas a partir de 5 años, este libro nos explica la historia de un topito movido, distraído, inquieto, nervioso, incapaz de concentrarse… y de cómo todas estas etiquetas que le pone su entorno pueden afectarle. Este cuento pretende recalcar la importancia de la empatía, la identidad más allá de las etiquetas, encontrar aquello que nos gusta y nos hace sentir bien, y canalizar toda esta energía en aquello, más allá del qué dirán.
6. El arte de emocionarte
Recomendado a partir de 10 años, este libro nos invita a explorar y descubrir diferentes emociones y sus matices, para ayudar a los niños y niñas a entender mejor lo que sienten. Formado por 20 capítulos, en cada uno de ellos se nos presentan parejas de emociones que pueden tener mucho en común, así como emociones totalmente contrarias. Además de las descripciones de las diferentes emociones y de las diferencias entre ellas, el libro incluye actividades lúdicas, reflexiones y consejos, etimología de las emociones, anécdotas e historias, recomendaciones cinematográficas, y un montón de actividades para acercarnos todavía más a las emociones.
Esperamos que os hayan gustado nuestras recomendaciones y, si tenéis de propias, ¡no dudéis al dejarlas a los comentarios!
El Equipo de Somni Psicologia
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El Trastorno del Espectro del Autismo (TEA) presenta rasgos característicos y muy diversos entre los diferentes niños y niñas, hecho que complica establecer características comunes entre ellos y ellas, y que determina que requieran una ayuda personalizada, basada en sus necesidades concretas.
Aun así, existen indicadores que los padres pueden observar y que pueden ayudar a sospechar que puede haber indicios de TEA, especialmente en la primera infancia de los niños y niñas. De entre todos los rasgos que pueden activar las alarmas, hoy queremos centrarnos especialmente en las dificultades de comunicación en estos niños y niñas, concretamente en su dificultad en la hora de comunicarse con el entorno para hacer peticiones y demandas.
Y es que, a pesar de que la intención de los padres, madres y/o cuidadores siempre es ayudar y buscar lo mejor para el o la peque; muchas veces, sin ni darse cuenta, son ellos y ellas mismas quienes fomentan esta falta de comunicación verbal. Ponemos de ejemplo un niño o una niña que llega a casa y se queda de pie con los brazos abiertos para que alguien le saque la chaqueta. O un niño o niña al que dan un juguete que se tiene que abrir y observan que se incapaz de abrirla. La reacción inmediata de la mayoría de padres y madres será sacar la chaqueta al o a la peque, o coger el juguete de las manos del niño/a y abrirlo por él o ella sin que haya habido ningún tipo de petición de ayuda ni ninguna demanda real.
Con este tipo de reacciones, los niños y niñas aprenden que pueden recibir la ayuda o su objetivo sin la necesidad de hacer un esfuerzo para relacionarse, comunicarse y/o interaccionar. Para estas niñas y niños, especialmente quienes presentan un retraso con la adquisición del lenguaje, llevar a cabo una demanda e interaccionar con su entorno representa un gran esfuerzo que evitarán realizar, más todavía si ven su necesidad cubierta sin tenerlo que llevar a cabo.
¿Y qué pueden hacer los padres y madres en vez de satisfacer su necesidad de manera inmediata? Para poder empezar a desarrollar la atención conjunta y la comunicación del niño o niña hacia la persona adulta, esta puede dar pie a situaciones o crear escenarios en que el niño o niña tenga que iniciar esta interacción para conseguir su objetivo.
En primer lugar, es importante ir dando pautas al o a la peque para poder guiarla, y que poco a poco vaya interiorizando qué tiene que hacer o decir para conseguir lo que quiere o necesita. Una buena manera de iniciar un escenario propicio es poniendo objetos o juguetes que le gustan o le llaman la atención a una altura a la que no lleguen, o en una caja que no puedan abrir.
Cuando el niño/a intente conseguir el objeto o juguete y no pueda, no intervendremos hasta que veamos una muestra de interacción por parte de él/a: una mirada, un gesto, cualquier cosa que nos incluya y que demuestre que busca nuestra atención. A partir de aquí, los adultos pueden intervenir dándole al niño o niña las pautas necesarias para introducir la demanda: “¿Quieres que te ayude? / ¿Qué quieres? / Si me dices “quiero esto” yo te lo doy”. Siguiendo estas consignas, buscamos crear escenarios durante el día para que poco a poco, el niño o la niña aprenda que al verbalizar estas frases y buscar la interacción, obtendrá aquello que quiere y sea capaz de hacerlo de manera espontánea.
No existen soluciones ni baritas mágicas. Estimular el lenguaje y las habilidades comunicativas en niños y niñas con TEA requerirá de mucha sistematización y repetición. Mantenerse firme en las demandas esperando la interacción, darle las pautas que pueda necesitar de manera clara y sencilla, no anticiparse y utilizar objetos y situaciones de su interés son algunos de los puntos a tener en cuenta para conseguir fomentar la comunicación y evitar situaciones en las que el niño o niña se pueda frustrar, puesto que la falta de lenguaje si no va acompañada de un guiaje y modelado para poder saber qué hacer o qué decir, puede generar situaciones muy frustrantes por los niños.
¡Esperamos que esta entrada os haya resultado interesante y útil!
El Equipo de Somni Psicologia
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En nuestra sociedad un porcentaje bastante elevado de la población aborrece la lectura y la escritura.
Esto es debido a que tendemos a reducir estas habilidades al contexto académico. Las consideramos únicamente una herramienta para sacar buenas notas en el colegio, conseguir estudios superiores o una posición laboral privilegiada, lo que la convierte en una exigencia más que puede suponer fracasar o no a nivel académico.
Y ¿a quién le gusta tener que gestionar la frustración de fracasar?
La respuesta es clara. A nadie.
Pero la realidad es que la utilidad de estas habilidades va mucho más allá del mundo académico, permitiéndonos desarrollar nuestro pensamiento, creatividad, autonomía, comunicación e, incluso, la interacción con los demás y con el medio.
Sin embargo, a pesar de tratarse de habilidades tan esenciales, su aprendizaje no es nada sencillo y nos encontramos a muchos niños y niñas que presentan dificultades en el momento en que empezamos a trabajarlas, lo que supone trabas importantes a la hora de motivarles a desarrollar estas habilidades.
Según el manual de diagnóstico DSM-5, “entre un 5 y un 17% de la población presenta trastornos específicos del aprendizaje”, como serían la dislexia, la disgrafia o la disortografía. Y a estos debemos sumarles todos aquellos niños y niñas que no cumplirían dicho diagnóstico, pero también presentan dificultades en la adquisición de estas habilidades.
Así pues, nos encontramos ante un porcentaje muy elevado de nuestra población que posiblemente va a odiar leer y escribir en un futuro, perdiendo la posibilidad de desarrollar áreas muy importantes de su día a día.
¿Qué podemos hacer al respecto?
En primer lugar, y más importante, si el problema reside en la concepción que tenemos y transmitimos de la lectoescritura, deberíamos cambiar dicha concepción. Y esto es sencillo: si no queremos que nuestros niños y niñas comprendan estas habilidades únicamente desde una perspectiva académica, no lo convirtamos únicamente en algo que se realiza en el colegio.
Y, si no queremos que se convierta en una exigencia, no exijamos unos resultados ni castiguemos no llegar a ellos.
Comparemos el número de niños y niñas que odian la lectura o la escritura con el número que odian la televisión o los juegos. Sólo mirando a nuestro alrededor, sin necesidad de conocer las cifras exactas, ya podemos ver que hablamos de números muy dispares, ¿no?
La diferencia radica en que la televisión o los juegos son espacios de diversión sin exigencias y, aunque parezca mentira, existen muchas formas de convertir la lectoescritura en espacios de este estilo.
A continuación, os dejamos algunas ideas:
- Jugar al veo veo con la letra inicial: Un juego tan clásico y sencillo como éste les ayudará a conocer las letras del alfabeto sin relacionarlo con el ámbito educativo.
- Stop: ¿Quién no ha jugado nunca a este clásico juego de velocidad? Dibujamos una tabla, decimos una letra y tenemos que rellenar todos los ítems (nombre, ciudad, alimento, programa de televisión…) con palabras que empiecen con esa letra antes de que acabe el otro.
- Construcción con dados de letras: Éstos pueden ser una gran herramienta para los niños y niñas que adoran los juegos de construcción y nos permiten jugar a construir palabras, frases, o simplemente, encontrar ciertas letras.
- Crucigramas o sopas de letras adaptados a sus intereses, ya sean dibujos animados, películas, videojuegos o cualquier cosa que les guste.
- Jugar a inventar historias juntos/as: Podemos escribirlas, dibujarlas y hacerles una portada para guardar nuestro propio cuento.
- Decir palabras con las letras de las matrículas de los coches: ¿Habéis jugado alguna vez? ¡Es todo un clásico!
- Juegos de pistas o de encontrar el tesoro: Son una oportunidad para trabajar la lectoescritura adaptada a todos los niveles ya que nos permite jugar con pruebas y pistas que vayan des de la identificación grafema-fonema hasta la lectura de enigmas largos o complejos.
Y no olvidéis introducir la lectoescritura en las tareas y en nuestros hábitos del día a día, pidiendo que nos ayuden a hacer la lista de la compra, a escribir whatsapps a nuestros familiares y amigos/as, leyendo juntos/as recetas para elegir la cena que quieran…
Esperemos que el artículo os haya resultado interesante y, si tenéis cualquier pregunta y/o comentario, no dudéis en escribirnos.
El Equipo de Somni Psicologia
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Durante los últimos años ha habido un claro auge del culto al cuerpo y la importancia de cultivarlo. Pero, ¿cómo cultivamos la mente? Una de las actividades más completas para ello es la lectura. Esta habilidad nos acompañará a lo largo de la vida, permitiéndonos adquirir conocimientos, entender el mundo que nos rodea, desarrollar nuestras emociones y áreas cognitivas del cerebro, fomentando nuestra capacidad de concentración e imaginación.
Actualmente, en plena era de la digitalización, cada vez es más frecuente ver a los niños y niñas entretenerse con soportes digitales como smartphones o tablets, antes incluso de aprender a leer o escribir. A veces consideramos que los niños y niñas son demasiado pequeños para la lectura, pero es importante fomentar este hábito en edades tempranas, aprovechando la plasticidad del cerebro infantil.
¿Cuáles son los beneficios de la lectura en la infancia?
La Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria, sostiene que el hábito de la lectura no sólo influye en la capacidad lectora, sino en el desarrollo integral del infante.
Jerome Bruner y Anat Ninio, psicólogos especialistas en aprendizaje, establecieron en 1978 que a partir de los ocho meses de vida los niños y niñas ya ha desarrollado su capacidad de atención compartida, lo que les permite interactuar con los adultos de referencia para comentar los elementos de su entorno. Antes incluso de tener desarrollada esta capacidad, durante los primeros meses, ya pueden empezar las primeras experiencias lectoras, mediante la lectura compartida con los adultos de cuentos con muy pocas palabras y grandes imágenes, y que se irán ampliando y complicando a medida que el niño o niña crezca.
Este primer contacto con los libros, no sólo permitirá que el/la niño/a empiece a conocer el concepto ‘libro’ y a verlo cómo un objeto lúdico, sino que será el primer paso del desarrollo de la lectura emergente, es decir, el proceso de desarrollar las diferentes estrategias, actitudes y conocimientos que facilitan el aprendizaje de la lectura.
Conocemos y somos conscientes de la importancia de introducir la lectura en los más pequeños, pero ¿qué beneficios les aporta?
- Los niños y niñas que leen suelen ser más seguros y sociables, pues tienden a tener más facilidad para expresarse. Además, al tener un rico vocabulario y un lenguaje más fluido, incide positivamente en sus habilidades comunicativas.
- A través de las páginas los niños y niñas conocen personajes y realidades distintas, lo que les permite estimular el ingenio, la creatividad y la imaginación, así como crear su propia personalidad.
- Enriquecer la relación adulto-niño a través de los momentos de lectura compartidos, reforzando el vínculo entre padres e hijos y creando un nuevo espacio de ocio conjunto.
- Resulta una herramienta como hábito del sueño, permitiendo al niño o niña relajarse antes de ir a dormir.
- Durante todos los niveles de educación, la cantidad de tiempo consagrado a la lectura influye de forma positiva en el rendimiento escolar, mejorando y fomentando habilidades como la memoria, la concentración y la comprensión lectora.
- Favorece su autonomía mediante el cuidado y responsabilidad de sus libros.
- La lectura permite a los niños y niñas ponerse en el lugar de los demás, a conocer los sentimientos y los puntos de vista de otras personas. Esto hace que el niño trabaje la empatía y aprenda a ser más flexible y tolerante.
¿Cómo podemos fomentar la lectura en los niños y niñas?
Muchas veces los niños y niñas, especialmente aquellos que descubren la lectura de manera tardía, ven la lectura como una obligación. Es importante saber cómo adentrarlos en el hábito de la lectura de manera temprana, transformando el hábito de leer en un pasatiempo con el que disfruten.
- Crear interés por los libros en el niño o niña, acudiendo con él a librerías, bibliotecas o espacios de lectura.
- Dar ejemplo. Si los adultos leemos y transmitimos pasión por la lectura, es más probable que el niño o niña relacione la lectura con algo positivo. Una muy buena manera es empezar leyendo con él y acabar invirtiendo los papeles cuando sea más mayor.
- Incluir los libros como regalos de navidad y cumpleaños, para que el niño o niña viva la lectura como una experiencia positiva y no como una obligación.
- Construir un rincón de lectura, con libros a la altura y alcance de los niños y niñas, mediante estanterías bajas o mesitas, e ir cambiando los títulos para que puedan variar sus lecturas y generar interés.
- Pedir consejo y conocer los libros adecuados para su edad. Elegir un libro fuera de la edad recomendada puede ser perjudicial para el/la niño/a al hacerle sentir que es demasiado difícil o fácil de entender o leer para él.
- Cuando son pequeños y les leemos las historias, tratar de que el niño o niña participe en la lectura para que tengan un papel activo y presten atención. Por ejemplo, mediante preguntas sobre lo que está pasando, preguntar su opinión sobre alguna situación, etc.
- Descubrir con ellos/as que tipo de libros les atraen más. Dejarles experimentar con diferentes géneros de lectura, para que conozcan que tipo de lecturas les gustan.
- Plantearles opciones de lectura, pero dejar que sean ellos/as los que tomen la decisión final. Así se sentirán importantes en el proceso lector y se sentirán más implicados con el libro.
- Estimular la lectura, pero no imponerla. Igual que los adultos, hay días que los niños y niñas pueden estar enfadados o cansados, es importante saber en qué momentos no presionarles y dejar la lectura para otro momento.
Esperamos que este artículo haya sido de vuestro interés. Si queréis más información, no dudéis en preguntarnos, estaremos encantadas de poder ayudaros. ¡Hasta la semana que viene!
El Equipo de Somni Psicologia