Hoy es el Día Internacional del Beso, por eso queremos destinar la parte de nuestro blog a hablar sobre ello. El Día Internacional del Beso aparece a raíz de un concurso que tuvo lugar en Tailandia en el año 2011, cuando una pareja de nacionalidad tailandesa estableció el récord mundial al beso más largo. Este duró nada más y nada menos que ¡46 horas, 24 minutos y 9 segundos! ¡Pero eso no es todo! En 2013, la misma pareja volvió a superar el récord, fueron 58 horas, 35 minutos y 58 segundos.
El objetivo del Día Internacional del Beso es tener en cuenta el placer que pueden sentir las personas a través del beso, y diferenciarlo plenamente de una formalidad social o como algún preludio de relaciones eróticas o sexuales. Hay que tener en cuenta que el beso es una expresión de intimidad y vínculo.
El beso puede interpretarse de distintas formas. Por un lado, como un simple acto erótico; pero la realidad es que los besos pueden contribuir a nuestra química cerebral. El acto de besar ayuda a quemar calorías, beneficia a nuestro sistema inmunológico y crea vínculos entre personas.
Algunos estudios revelan que el beso es comparable a una droga natural, ya que genera un augmento de la hormona de la oxitocina. La oxitocina se presenta en nuestro cerebro cuando pasamos por situaciones agradables o placenteras. Y todas las relaciones humanas agradables generan oxitocina. Esta hormona aparece también durante el acto de besar a alguien que queremos o apreciamos.
Los besos aportan un vínculo a toda relación. Existen otros estudios que indican que los besos en las relaciones de pareja suelen marcar una parte del éxito de la relación, así como despertar la pasión y el deseo.
Es importante saber que, aunque estes soltero o soltera, besar a la gente que tienes a tu alrededor, con la que compartes confianza, cariño y afecto, también puede producirte todos los beneficios anteriormente mencionados.
Os animamos a dar besos, pero… ¡ey! Siempre con el consentimiento y la voluntad de la persona con la que realizas el acto. ¡Hay gente que el contacto puede no gustarle y cuando una cosa se vuelve incómoda o forzada es mejor no hacerla! Cada uno es libre de poner sus límites, aunque sienta presión social por la conformidad de no saltarse las pautas sociales o llamar la atención a los demás.
¡Esperamos que te haya resultado interesante! ¡Hasta el próximo miércoles!
El Equipo de Somni Psicologia