Todas y  todos pasamos por duelos. Un duelo no tiene por qué ser exclusivamente una pérdida física de una persona; podemos pasar por un duelo por una pérdida material, por una pérdida emocional, por un cambio de rutina, de trabajo, de pareja u otras situaciones.  

Cuando sufrimos una desvinculación con alguna relación, persona, animal u objeto sentimos diferentes emociones. Estas suelen correlacionar con las diferentes fases que componen un proceso de duelo. Como siempre decimos, todos y todas somos diferentes, tenemos diferentes patrones de pensamiento, de comportamiento y de emociones. Así pues, un duelo no será igual para todo el mundo, sino que único y exclusivo de la persona que lo vive, es por eso que debemos de respetar los ritmos y las emociones de cada uno/a.   

Cuando sufrimos un duelo, los primeros síntomas emocionales suelen ser emociones desagradables, tales como injusticia, rabia, ira o negación. No queremos creer por lo que estamos pasando, queremos negarlo a toda costa y no aceptar la pérdida. Esto conlleva tensión, irritabilidad y como decíamos incluso rabia y enfado. En esta primera fase, evitamos hablar del tema ya que nos genera emociones difíciles de gestionar. 

Una vez aparecen estas emociones tan intensas, extremas, desagradables e incluso incontrolables, entramos en una fase de culpa, pena, tristeza, frustración y nostalgia. Estas emociones nos ayudan a ir aceptando aquello que no queríamos aceptar al principio del duelo. Nos sentimos vacíos con sentimiento de desesperanza y poco a poco vamos aceptando la realidad vivida. En esta segunda fase, podemos hablar sobre la pérdida, pero nos derrumbamos y nos sentimos muy tristes al hacerlo. 

Más tarde aparecen emociones menos intensas y más coherentes, aceptamos la realidad, podemos hablar de ella, aunque aparezcan momentos de tristeza y aparece mucha melancolía y nostalgia. Podemos ir siguiendo nuestra rutina con más normalidad y los sentimientos son menos intensos y no nos interfieren tanto en nuestras tareas cotidianas.  En esta tercera fase es más fácil hablar sobre la perdida sin caer en el desamparo ni en la desesperanza, aunque eso no quiere decir que no podamos desmoronarnos al hablar sobre ello en alguna situación puntual. 

A medida que pasamos por las tres fases emocionales, más podemos hablar abiertamente sobre la pérdida, y más fuertes nos sentimos al hacerlo. Como hemos dicho al inicio, no hay que tener prisa por avanzar de fases, no hay un tiempo establecido para cada una, aun así, si os notáis estancados/das en alguna podéis buscar ayuda de un profesional para poder avanzar y tener un duelo más sano.   

¡Esperamos que os haya resultado útil! Si necesitáis ayuda, tenéis alguna duda o queréis hacernos una sugerencia, ¡siempre estaremos a vuestra disposición! 

El Equipo de Somni Psicologia

Hola, ¿ te puedo ayudar?