¿Cuántas veces has pensado en un elefante rosa en los últimos meses? ¿Acabas de hacerlo? ¿Y si te digo que te esfuerces muchísimo para no pensar en un elefante rosa? ¿Sigue aquí? ¡Exacto!
Muy a menudo nos encontramos con personas que vienen, preocupadas, porque tienen un pensamiento en la cabeza que no consiguen que se vaya por más que se esfuerzan. Intentan bloquearlo, distraerse, pensar en otra cosa, … ¡lo que sea! Y cuánto más lo intentan, más a menudo lo tienen en mente. Qué frustrante, ¿verdad?
Primeramente, tenemos que entender qué son los pensamientos intrusivos. Los pensamientos intrusivos son un tipo de pensamientos totalmente involuntarios que aparecen a nuestra mente y nos interrumpen nuestra actividad habitual. Tenemos millones en el día, pero nos quedamos enganchados y enganchadas a aquellos que nos dejan una sensación de malestar emocional, y nos cuestan mucho de eliminar. Y cuanto más lo intentamos, más aparecen.
Cuando vemos que no nos es posible eliminarlos o bloquearlos, empezamos a darles un peso muy importante. Buscamos significados de por qué aparecen y podemos llegar a conclusiones, en ocasiones, muy destructivas: ¿y si resulta que me gustan los elefantes rosas en exceso? ¿Y si quizás aparecerá un elefante rosa en la habitación porque no dejo de pensar? ¿Y sí…?
Y con todo este bucle de “y si”, se nos asocia mucho malestar: miedo, ansiedad, tristeza, dudas, confusión…
¿Qué podemos hacer con estos pensamientos?
Es importante que tengamos presente que nuestro cerebro no entiende el “no”. Por lo tanto, si pienso “no pienses en un elefante rosa”, mi cerebro entiende “¡Piensa en un elefante rosa!”. Por lo tanto, no será una buena táctica para eliminarlos.
Lo que nos irá mejor es tener presente que son, simplemente, pensamientos. Mensajes aleatorios (¡como tantos otros!) que aparecen en nuestra cabeza, y que no tienen por qué indicar nada. Aceptar que han aparecido, observarlos desde la curiosidad, y dejarlos pasar.
Para lo cual es muy útil practicar Mindfulness; una manera de entrenarnos en la aceptación incondicional de todo aquello que pensamos, sentimos y vivimos; en la autocompasión (es decir, ¡dejar de juzgarnos!) y al dejar pasar, para reenfocar nuestra atención en aquello que nos importe en aquel momento. Incluso, si hace falta,
Si encuentras que te es complicado de hacer, puedes probar de potenciar tus habilidades de estar en el presente intentando observar tu entorno: olores, colores, todo aquello que está en contacto con tu cuerpo, ruidos, gustos… ¡Seguro que te ayuda!
Y sino, te recomendamos que le des un vistazo en el libro “Aprender a practicar Mindfulness”, de Vicente Simón, o bien probar la serie interactiva de Netflix “Relaja tu mente”, hecha por el equipo de Headspace.
¡Hasta la próxima semana!
El Equipo de Somni Psicologia