Miedos infantiles, ¿qué podemos hacer?

Sin título

¿Habéis escuchado alguna vez la frase “no debes tener miedo”? 

Sí, es tan frecuente decirla y escucharla que no es extraño conocer a gente que ha convertido esta frase en un mantra que se repiten a sí mismos/as una y otra vez cuando una situación les genera dicha emoción. 

El miedo es una emoción básica y como tal tiene una función adaptativa para los seres humanos. Esto quiere decir que nos ayuda a sobrevivir como especie y que, por tanto, sí que debemos tener miedo si queremos sobrevivir. 

La función adaptativa del miedo es protegernos de todo aquello que pueda ser peligroso para nosotros, proporcionando respuestas de huida o ataque ante el estímulo que nos despierta dicha emoción. 

No es de extrañar, pues, que los miedos varíen según la edad, en función de la consciencia de riesgo que tenga la persona ante distintos estímulos.  

Este hecho explica que los miedos infantiles nos parezcan irracionales e incluso absurdos en muchas ocasiones. Por ejemplo, al ver que un niño o niña llora cuando su madre se aleja, aunque esté su padre presente, pero no llora cuando la familia sufre un atraco.  

Si en el momento en que el niño o niña llora porque su madre se aleja, nosotros pensamos que es una situación absurda y decimos “No debes tener miedo. Mamá no se va para siempre”, le estamos anulando su emoción a pesar de que ésta esté siendo adaptativa. 

Esto no supondrá una consecuencia importante si pasa en una única ocasión, pero si se convierte en algo recurrente, este niño o niña, comenzará a presentar dificultades para identificar, aceptar y gestionar el miedo.  

Y entonces, ¿cómo podemos reaccionar cuando nuestros peques están asustados? 

  • Podemos crear un espacio de conversación en que podamos escuchar e ir a la raíz de aquello que les da miedo a nuestros peques. En estas conversaciones, deberíamos intentar normalizar hablar de los miedos, y no solo los de nuestros peques, también de los nuestros, así verán que sentir miedo es de lo más normal. 
  • Siempre debemos validar y acompañar la emoción a pesar de que nosotros no compartamos su miedo. Recordad, cuando validamos una emoción diciendo “entiendo que tengas miedo de que venga un monstruo” no estamos hablando de si existen o no los monstruos, estamos diciendo que entendemos que exista ese miedo, y nuestros peques necesitan que entendamos su emoción. 
  • Los juegos de imaginación son la mejor herramienta para que los peques superen sus miedos, por ejemplo, creando un superhéroe imaginario que lo proteja o dejando una trampa para los monstruos bajo la ventana. 
  • Podemos buscar un objeto, juguete o ¿por qué no? nuestra mascota, a modo de protección, de forma que lo pueda coger o ir a visitar para sentirse seguro. 
  • En caso de que se trate de un miedo muy intenso, podemos crear una cueva o cabaña en su habitación que le haga sentirse seguro o segura, fuera del alcance de aquello que le da miedo. 

Si a pesar de estas ideas, observáis que vuestros peques se bloquean mucho ante alguna situación que le genera miedo, que se trata de situaciones muy irracionales o que estos miedos empiezan a suponer consecuencias importantes en su día a día, no dudéis en pedir ayuda a un profesional que pueda ayudarle. 

Esperamos que os haya sido útil y si queréis saber más, no dudéis en poneros en contacto con nosotras. 

Equipo de Somni Psicologia.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *