¿Recordáis cuando, hace unas semanas, os hablábamos del modelo de la sexualidad imperante? El modelo túnel, en el cual cuando iniciabas una interacción sexual, ya no podías dar marcha atrás.  

 

Este es el modelo que hoy en día está más extendido, pero no es el más saludable, ni para nuestra salud mental, ni para nuestra autoestima, ni mucho menos para nuestra vida sexual.  

   

Y pues, ¿qué modelo podemos emplear?  

Hoy os presentamos el modelo Maya, dicho así por la forma de pirámide Maya que tiene. Este modelo, presenta 3 niveles: el nivel erótico, el nivel sensual y el nivel genital.  

  

Vamos por partes, ¿os parece? Primeramente, tengamos presente que cada uno de los niveles tendrá una importancia diferente dependiendo de la persona, y estará formado por varias peculiaridades. Esto quiere decir que cada cual requerirá de más o menos de cada faceta y unos u otros elementos, pero que estarán todas presentes.  

  

El nivel erótico incluye todas aquellas acciones y/o momentos que tienen la intención de generar erotismo. Es decir, en palabras zafias, pretende “provocar ganas de tener sexo”. Aquí podemos incluir la cultura erótica (literatura, podcasts, cine), pero también juegos eróticos dentro de la pareja: enviar imágenes sugerentes, emplear ropa interior considerada erótica, decir ciertas cosas con la intención de provocar excitación a la otra persona, tonos de voz concretos, fantasías eróticas…  

  

Este sería el nivel base, puesto que es cuando estamos iniciando un vínculo dentro del juego sexual. Esto, nos ayudará a aumentar el nivel de excitación y de complicidad dentro de la pareja.  

 

  

El nivel sensual tiene la intención clara de excitar. Subimos revoluciones de una manera mucho más directa. Así, podremos ver, por ejemplo, masajes sensuales, bailes sexis, acercamientos con caricias, besos o mordiscos en puntos erógenos, … ¡entre mil otras opciones! ¡Descubrid cuáles son los vuestros!  

Así, podemos disfrutar de la interacción sexual durante la misma sin centrarnos únicamente en la estimulación genital.  

  

Y finalmente, ¡está claro!, el nivel genital. Aquí, no solo incluimos la penetración, sino también el sexo oral, anal, masturbación y el uso de juguetes eróticos. Cómo veis, este nivel también es divertidísimo, ¡pero más limitado!  

  

  

Si durante este artículo os habéis ido imaginando, con vuestra pareja o con una persona que os atrae, haciendo cada uno de los niveles, seguro que habéis entendido por donde íbamos. Primero… ¿verdad que pinta mucho más divertido que un sexo pim-pam sin disfrutar de nada más? ¡Estamos convencidas!  

  

Y por otro lado… ¿qué pasaría si solo hacemos el nivel erótico? ¿O si llegamos hasta el nivel sensual? ¡Pues que ya es divertido! Sí, quizás tenemos ganas de poder hacer más cosas, pero si no puede ser o no llega… ¡ya es genial!  

  

Esperamos que os haya parecido interesante, ¡y que intentéis llevarlo a la práctica en vuestra vida sexual!   

  

¡Hasta la próxima semana! 

El Equipo de Somni Psicologia 

Hola, ¿ te puedo ayudar?