Dislexia

A pesar de que la lectura es una actividad de ocio imprescindible en la vida de muchos, una parte importante de nuestra sociedad no disfruta de esta debido a que su proceso de aprendizaje y de automatización no es nada fácil.

En muchas ocasiones, la propia dificultad para aprender a dominar el arte de leer y escribir, puede suponer que muchos niños y niñas rechacen todo aquello relacionado con el lenguaje escrito, lo que incluye, en la mayoría de ocasiones, el aprendizaje académico o muchas salidas laborales.

Cuando estas dificultades permanecen a lo largo del tiempo, de forma que las habilidades lectoras se encuentran muy por debajo de lo esperable en un individuo de su nivel madurativo, es muy probable, que estas personas reciban un diagnóstico Trastorno del Aprendizaje con dificultades en la lectura, comúnmente conocido como “dislexia”.

Pero ¿qué es la dislexia?

Todos hemos oído hablar sobre ella y probablemente hemos tenido compañeros y compañeras en clase que habían cometido errores de omisión al leer en voz alta (comerse alguna letra o palabra de un texto), fragmentaciones (separar las palabras por sílabas) o rotaciones (girando letras).

La dislexia es una condición psicológica que supone un procesamiento distinto de la información escrita, lo que nos puede llevar fácilmente a cometer este tipo de errores al leer.

La teoría de la doble vía de la lectura, nos explica la dislexia como una disfunción en una o las dos vías de procesamiento de la información lectora.

Según esta teoría, existen dos vías de procesamiento de dicha información. Por un lado, la vía directa o léxica, a través de la cual realizamos una lectura global, reconociendo las palabras sin necesitar reconocer grafema a grafema. Y por otro, la vía indirecta o vía fonética, a través de la cual relacionamos el estímulo visual con el sonido que representa, es decir, relacionamos el grafema con el fonema y, posteriormente, reconocemos el significado.

Muchos autores aprovechan esta teoría para clasificar los tipos de dislexia:

  • Dislexia léxica o superficial: Es aquella en que se ve afectada la vía directa de lectura. Normalmente encontramos a personas que tienden a presentar dificultades para leer palabras atípicas o irregulares.
  • Dislexia fonológica: Es aquella en que se ve afectada la vía indirecta y produce dificultades en la lectura de palabras desconocidas y pseudopalabras, pues es cuando necesitamos hacer una transcripción directa grafema-fonema.
  • Dislexia profunda: Es aquella en que ambas vías del procesamiento de la información lectora se ven afectadas. En este caso, las personas pueden presentar dificultades al leer todas las palabras, ya sean conocidas o desconocidas, regulares o irregulares.

En cualquier caso, la mayoría de personas con este diagnóstico, o sin él pero con dificultades en el ámbito de la lectoescritura, fácilmente tienen repercusiones, no solamente a nivel académico, sino también a niveles sociales y emocionales.

Es por esta razón, que la intervención, no únicamente se tiene que basar en el propio aprendizaje académico, sino incluir toda la parte motivacional, emocional y de autoestima.

¡Esperamos que este articulo os haya resultado interesante! Y como siempre, ¡nos encantará leer vuestras opiniones! ¡Hasta la próxima semana!

El Equipo de Somni Psicologia 

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