Autocuidado, Autoestima, Emociones, Inteligencia, NUESTRO BLOG, Salud Mental
¡Feliz día del orgullo friki! ¡Sí, sí! ¡Existe!
Hoy es el día del orgullo friki, y nos parece una ocasión genial para hablar de las aficiones y de los frikismos.
Antes de nada, ¿qué significa el término “friki”? Para todas aquellas personas que no estén familiarizadas con este término, de forma literal significaría “extraño” o “raro”; pero se usa normalmente para hablar de alguien que tiene una afición muy intensa, y quizá no muy típica. Por ejemplo, las personas que son aficionadas a alguna saga o estilo (Star Wars, Harry Potter, One Piece, música no-comercial, seguir un equipo de futbol…) o a alguna actividad (un deporte, manualidades, jugar a un videojuego, restauración de muebles…)
Hace unos años, el concepto de “friki” era usado de forma peyorativa, es decir, se decía como un desprecio. A día de hoy, afortunadamente, todo el mundo es consciente de que le encanta algo, ¡y lo vive con orgullo!
Así pues, ¿qué beneficios nos puede aportar tener una afición? ¡Pues un montón!
- Mejora de tu vida social: Si eres friki de algo… ¡eres más interesante! Tienes más tema de conversación, de forma que seguro que puede ser súper divertido charlar contigo. Además, seguramente encuentres a otras personas que comparten tu afición, ¡y haces nuevas amistades!
- Fomenta la empatía y la paciencia: cuando nos encanta un tema y podemos charlar de ese durante horas, nos damos cuenta que ¡a otras personas les puede flipar también otra cosa! De forma que podemos ser más amables y tolerantes, y mostrarnos más pacientes cuando alguien entra en su discurso.
- Disminuye el estrés: nuestras aficiones son también un recurso dónde podemos relajarnos y desconectar de nuestro día a día. Además, cómo nos encanta, lo realizamos de una forma continuada, de forma que favorecemos a que nuestros niveles de estrés disminuyan.
- Aumenta nuestra conexión con el presente: ¿te has dado cuenta que, cuando estás inmersa o inmerso en tu afición, el tiempo pasa volando? No estás en tus mil y una cábalas vitales, sino que conectas con el aquí y el ahora. ¡Es una forma informal de meditar!
- Previene de ciertas enfermedades: ¿Sabías que el estrés está muy relacionado con las enfermedades? Cuando pasamos episodios largos de muchos nervios, nuestro sistema inmunitario se ve comprometido, y acaba debilitándose. Si podemos ofrecernos pausas para relajarnos, le damos un espacio dónde recuperarse. ¡Evitamos caer enfermas o enfermos!
- Promueve el desarrollo de la creatividad: con los hobbies, inevitablemente realizamos nuevas conexiones neuronales, las cuales nos ayudarán a fomentar el “pensar fuera de la caja”, es decir, a encontrar soluciones más creativas en cuanto a la actividad que realizamos. Y esta habilidad se puede extender a cualquier situación de tu día a día.
- Estimula tu cerebro: si tienes una afición, aprendes cosas nuevas y te estimulas. Esto es magnífico, porque un cerebro activo tiene menos riesgos a padecer ciertas enfermedades, mejora la atención y la memoria.
- Mejora del estado de ánimo: las aficiones nos gustan, ¡claro está! Cuando estás realizando u hablando de un tema que te motiva, generas endorfinas, ¡de forma que estás de mejor humor!
- Aumento de la autoestima: estás dedicando un rato para ti misma/o, de forma que ya de por sí, es un tipo de autocuidado. Por otro lado, mientras practicas tu hobby, puede que logres objetivos o metas, lo cual sienta fenomenal, ¡y eso sin duda va a aumentar tu autoestima!
Así que te animamos a que seas friki, ¡de lo que sea! Disfruta de tu afición o frikismo, ¡todo son ventajas!
¡Esperamos que hayas disfrutado de este artículo, y te esperamos la semana que viene!
El Equipo de Somni Psicologia
Autocuidado, Autoestima, Emociones, Gestión Emocional, Infantil, Inteligencia, NUESTRO BLOG, Parentalidad, Salud Mental, Terapia
El mundo emocional de los niños y niñas puede ser un auténtico misterio tanto para ellos/as, que no saben entender lo que les está pasando, como para los y las adultas, que no somos capaces de descifrarlo.
Y es que muchas veces los y las peques no saben identificar lo que están sintiendo, o bien no conocen las palabras que hacen referencia a las emociones que sienten. Incluso a veces, sí conocen esas emociones de manera básica, pero no teniendo en cuenta los diferentes matices o emociones más complejas como la vergüenza, la frustración, la soledad… y eso hace que no acaben de saber poner palabras a aquello que les pasa.
Ahí donde las palabras a veces no llegan, es imprescindible disponer de otras herramientas que nos ayuden a trabajar la inteligencia emocional con los niños y niñas, y poner conceptos concretos a todo aquello que les está pasando.
Los cuentos son uno de los recursos más valiosos que tenemos y que nos brinda muchísimas oportunidades para trabajar diferentes aspectos con los niños y niñas, no sólo a nivel cognitivo, sino también a nivel social y de inteligencia emocional.
Cuando nos referimos a inteligencia emocional muchas veces creemos que solo hablamos de emociones, pero nada más lejos de la realidad. La inteligencia emocional busca tener un óptimo pensamiento y desarrollo emocional.
¿Y qué es eso? No poner tanto el enfoque en las emociones que nos hacen sentir ciertos estímulos o situaciones, sino más en cómo nosotros/as reaccionamos a estos estímulos o a estas situaciones y qué herramientas tenemos para responder de manera óptima a aquello que nos está pasando.
Entonces, ¿qué papel y qué beneficios tienen los cuentos en el desarrollo de la inteligencia emocional de los niños y niñas?
- Es un recurso atractivo, eso nos permite hacer llegar un mensaje o un aprendizaje a través de algo que les gusta y les atrae.
- Nos permite trabajar otras habilidades como la memoria, el desarrollo del lenguaje, vocabulario… que también ayudará a la expresión de sus emociones.
- Leyendo cuentos aprenden matices de las emociones, y les permite obtener mayor vocabulario emocional y les permitirá tener más opciones para poner las palabras adecuadas a aquello que les está pasando o están sintiendo.
- Aprender sobre su propia personalidad a través de los personajes: ser capaz de conocerse a sí mismo/a, describir cómo es, cómo se siente, desarrollar su autoestima, etc. En este punto, recalcamos la importancia de los cuentos inclusivos, que permitan a cualquier niño/a sentirse identificado con alguno de los personajes que aparecen.
- Desarrollan su creatividad e imaginación, lo que les va a permitir que cuando se encuentren con situaciones sociales o del día a día ante las que no sepan reaccionar, tener la habilidad de crear e imaginar soluciones a esas situaciones o problemas.
- En los cuentos muchas veces el personaje se encuentra ante un conflicto, o varios personajes tienen conflicto entre ellos que deben resolver. La propia historia nos permite ver cómo surge el conflicto, cómo reaccionan los distintos personajes, qué emociones sienten, poder entenderlos y empatizar con cada uno de ellos, ver que a partir de esas emociones el personaje toma una decisión u otra, etc.
- El cuento como espejo en el que ver reflejadas no sólo sus propias emociones, las situaciones que le pasan y las reacciones que pueda tener; sino también para conectar con las que sienten las y los otros, y empatizar con los sentimientos y emociones de los demás, desarrollando así su propia capacidad empática.
- Abrir una puerta a la comunicación y complicidad de padres, madres e hijos/as. Y es que muchas veces los y las peques no encuentran el espacio en el que hablar sobre cosas que les han pasado o que les han hecho sentir mal, y el momento del cuento puede ser una manera de ayudarles a tener ese espacio, a compartirlo con sus progenitores y a tener una herramienta que les facilite explicar y conversar sobre esas situaciones o emociones.
¡Esperemos que el artículo os haya parecido interesante y que compartáis con nosotras vuestras opiniones e incluso vuestras recomendaciones literarias para leer con los y las peques de la casa!
El Equipo de Somni Psicologia
Infantil, Lectoescritura, NUESTRO BLOG, Terapia
Durante los últimos años ha habido un claro auge del culto al cuerpo y la importancia de cultivarlo. Pero, ¿cómo cultivamos la mente? Una de las actividades más completas para ello es la lectura. Esta habilidad nos acompañará a lo largo de la vida, permitiéndonos adquirir conocimientos, entender el mundo que nos rodea, desarrollar nuestras emociones y áreas cognitivas del cerebro, fomentando nuestra capacidad de concentración e imaginación.
Actualmente, en plena era de la digitalización, cada vez es más frecuente ver a los niños y niñas entretenerse con soportes digitales como smartphones o tablets, antes incluso de aprender a leer o escribir. A veces consideramos que los niños y niñas son demasiado pequeños para la lectura, pero es importante fomentar este hábito en edades tempranas, aprovechando la plasticidad del cerebro infantil.
¿Cuáles son los beneficios de la lectura en la infancia?
La Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria, sostiene que el hábito de la lectura no sólo influye en la capacidad lectora, sino en el desarrollo integral del infante.
Jerome Bruner y Anat Ninio, psicólogos especialistas en aprendizaje, establecieron en 1978 que a partir de los ocho meses de vida los niños y niñas ya ha desarrollado su capacidad de atención compartida, lo que les permite interactuar con los adultos de referencia para comentar los elementos de su entorno. Antes incluso de tener desarrollada esta capacidad, durante los primeros meses, ya pueden empezar las primeras experiencias lectoras, mediante la lectura compartida con los adultos de cuentos con muy pocas palabras y grandes imágenes, y que se irán ampliando y complicando a medida que el niño o niña crezca.
Este primer contacto con los libros, no sólo permitirá que el/la niño/a empiece a conocer el concepto ‘libro’ y a verlo cómo un objeto lúdico, sino que será el primer paso del desarrollo de la lectura emergente, es decir, el proceso de desarrollar las diferentes estrategias, actitudes y conocimientos que facilitan el aprendizaje de la lectura.
Conocemos y somos conscientes de la importancia de introducir la lectura en los más pequeños, pero ¿qué beneficios les aporta?
- Los niños y niñas que leen suelen ser más seguros y sociables, pues tienden a tener más facilidad para expresarse. Además, al tener un rico vocabulario y un lenguaje más fluido, incide positivamente en sus habilidades comunicativas.
- A través de las páginas los niños y niñas conocen personajes y realidades distintas, lo que les permite estimular el ingenio, la creatividad y la imaginación, así como crear su propia personalidad.
- Enriquecer la relación adulto-niño a través de los momentos de lectura compartidos, reforzando el vínculo entre padres e hijos y creando un nuevo espacio de ocio conjunto.
- Resulta una herramienta como hábito del sueño, permitiendo al niño o niña relajarse antes de ir a dormir.
- Durante todos los niveles de educación, la cantidad de tiempo consagrado a la lectura influye de forma positiva en el rendimiento escolar, mejorando y fomentando habilidades como la memoria, la concentración y la comprensión lectora.
- Favorece su autonomía mediante el cuidado y responsabilidad de sus libros.
- La lectura permite a los niños y niñas ponerse en el lugar de los demás, a conocer los sentimientos y los puntos de vista de otras personas. Esto hace que el niño trabaje la empatía y aprenda a ser más flexible y tolerante.
¿Cómo podemos fomentar la lectura en los niños y niñas?
Muchas veces los niños y niñas, especialmente aquellos que descubren la lectura de manera tardía, ven la lectura como una obligación. Es importante saber cómo adentrarlos en el hábito de la lectura de manera temprana, transformando el hábito de leer en un pasatiempo con el que disfruten.
- Crear interés por los libros en el niño o niña, acudiendo con él a librerías, bibliotecas o espacios de lectura.
- Dar ejemplo. Si los adultos leemos y transmitimos pasión por la lectura, es más probable que el niño o niña relacione la lectura con algo positivo. Una muy buena manera es empezar leyendo con él y acabar invirtiendo los papeles cuando sea más mayor.
- Incluir los libros como regalos de navidad y cumpleaños, para que el niño o niña viva la lectura como una experiencia positiva y no como una obligación.
- Construir un rincón de lectura, con libros a la altura y alcance de los niños y niñas, mediante estanterías bajas o mesitas, e ir cambiando los títulos para que puedan variar sus lecturas y generar interés.
- Pedir consejo y conocer los libros adecuados para su edad. Elegir un libro fuera de la edad recomendada puede ser perjudicial para el/la niño/a al hacerle sentir que es demasiado difícil o fácil de entender o leer para él.
- Cuando son pequeños y les leemos las historias, tratar de que el niño o niña participe en la lectura para que tengan un papel activo y presten atención. Por ejemplo, mediante preguntas sobre lo que está pasando, preguntar su opinión sobre alguna situación, etc.
- Descubrir con ellos/as que tipo de libros les atraen más. Dejarles experimentar con diferentes géneros de lectura, para que conozcan que tipo de lecturas les gustan.
- Plantearles opciones de lectura, pero dejar que sean ellos/as los que tomen la decisión final. Así se sentirán importantes en el proceso lector y se sentirán más implicados con el libro.
- Estimular la lectura, pero no imponerla. Igual que los adultos, hay días que los niños y niñas pueden estar enfadados o cansados, es importante saber en qué momentos no presionarles y dejar la lectura para otro momento.
Esperamos que este artículo haya sido de vuestro interés. Si queréis más información, no dudéis en preguntarnos, estaremos encantadas de poder ayudaros. ¡Hasta la semana que viene!
El Equipo de Somni Psicologia