¿Cómo podemos gestionar las pantallas en casa?
Estas navidades las cartas de los niños, niñas y adolescentes han estado cargadas de videojuegos. Las personas que estamos con peques ya llevamos meses oyendo comentarios del tipo “Pediré a los reyes la Nintendo Switch”, “este año seguro que los reyes me traen el nuevo fifa” o “sólo he pedido la Play 5 para asegurarme de que me la traen”.
Ahora esta es una nueva realidad para muchas familias y, con ella, vienen un montón de dudas sobre cómo debemos gestionar el tiempo con pantallas. Porque sí, el momento en que llega un nuevo juego o consola a casa, es el mejor momento para establecer unas normas de uso.
Sin embargo, eso no significa que no puedan atribuirse cuando ya tenemos algún juego en casa o cuando observamos que el uso que se le está dando no es el que consideramos adecuado. De hecho, la gestión familiar de los videojuegos y los conflictos que pueden derivar de ella, es una parte significativa de nuestra profesión, en el mundo de la psicología infantil actual.
La adicción a pantallas, la preocupación por el mal uso que hacen algunos y algunas menores de ellas o el aislamiento que puede llegar a suponer, tienden a ser demandas muy usuales en el campo en el que trabajamos.
Esto es dado a la elevada estimulación que suponen los videojuegos para los niños, niñas y adolescentes en comparación con otros juegos o entretenimientos. Estos juegos suponen un refuerzo inmediato tan potente que puede reducir el efecto de otros reforzadores del día a día.
Además, los videojuegos y las redes sociales son uno de los principales temas de conversación entre menores, de forma que, prescindir totalmente de estos, también supondrá unas consecuencias sociales para él o para ella.
Encontrar el equilibrio puede ser especialmente difícil, pero aquí van algunos consejos que creemos que pueden ayudaros:
- Marcad unas reglas sobre el uso de las pantallas: Éstas deberían incluir el tipo de juegos que están permitidos, las personas con las que pueden jugar, la información que pueden dar a través de internet y el tiempo de uso.
- Negociad estas reglas: Recordad que el uso de las nuevas tecnologías lo vivimos de una forma muy distinta en cada generación y, por tanto, puede ser que vuestro/a hijo/a presente unas necesidades que no hayamos contemplado. Sed flexibles en la medida que os parezca justo en el momento de establecer las normas de juego.
- Negociad también unas consecuencias que os parezcan adecuadas para el caso en que no se cumplan estas reglas y cuando se aplicarán.
- Parar de jugar puede ser realmente difícil cuando acabe el tiempo. Cárgate de paciencia y estipula pistas o avisos antes de atribuir una consecuencia aversiva. Por ejemplo, anticipa el número de avisos que tendrá para recoger antes de obtener la consecuencia.
- Convierte el uso de los videojuegos en un refuerzo positivo. Cuando hagan cosas bien o consigan ciertos logros o metas, puedes obsequiar con más minutos de videojuego. Normalmente, ¡le animarán a seguir adelante! Y, en caso de que no cumpla con unas tareas básicas, podemos convertirlos en un estímulo de retirada de beneficio.
- ¡Da ejemplo! No podemos pretender que los niños y niñas no jueguen a videojuegos si vosotros/as estáis todo el día de la mano de un dispositivo electrónico. Establece pequeños espacios sin pantallas también para ti en los momentos en que ellos y ellas no las tengan.
- Crea actividades estimulantes para los niños, niñas y adolescentes fuera de las pantallas. Como decíamos, muchas veces, los videojuegos pueden ser el estímulo más potente que consigan y por ello, será el más atractivo, pero en tu mano está crear otros estímulos que puedan resultar igual o más atractivos.
Esperamos que os haya resultado interesante el artículo y que pueda ser útil para vuestra gestión del tiempo en familia.
¡Hasta la semana que viene!
El Equipo de Somni Psicologia