El rol de los padres y madres en la adolescencia
La adolescencia es una etapa por la que todos y todas pasamos, algunos con más inseguridades y otros con más rebeldía. El rol de padre y madre se hace difícil, pero el rol de adolescente tampoco es un papel fácil. Durante la adolescencia es cuando construimos nuestra identidad, lo que nos caracteriza, nuestras debilidades y nuestras fortalezas, y todo esto dependerá mucho de la actitud y los comportamientos que tengan los referentes hacia los adolescentes. Os vamos a dejar algunos tips que hay que tener en cuenta, como siempre decimos desde Somni Psicologia, cada persona es u mundo y no podemos aplicar todas las pautas de manera generalizada. Lo que sí que podemos hacer es buscar adaptarlas a la unicidad de la persona con la que estemos tratando.
- Es muy importante saber que en la adolescencia aparecen cambios hormonales que conllevan a cambios de la personalidad y del físico. Resulta relevante no hacer comentarios despectivos hacia el físico, si el o la adolescente engorda o adelgaza. Muchas veces no nos damos cuenta, pero comentarios como “No deberías comer postre”, “Estas engordando»,» Estos pantalones el año pasado no te apretaban”, “¿Quieres que empecemos dieta? “o “En casa no se compra chocolate”, pueden tener consecuencias leves (inseguridad típica) o severas (Trastornos de la Conducta Alimentaria). Así pues, es importante reforzar aquellas cosas buenas de la persona durante la adolescencia, aunque sean pocas.
- Tratar a el o la adolescente como si fuera un niño, sobreprotegerle, no darle ninguna responsabilidad, no dejar que se equivoque… es un error. Es normal que nos de miedo e incluso que los/las veamos incapaces de hacer algunas cosas, pero todo el mundo aprende equivocándose. Dale tareas de casa, cocinar, ir a comprar, hacer la cama, limpiar el lavabo. ¡Cuidado! Hay que buscar el equilibrio, no la o lo hiperresponsabilizes con cosas de adulto o adulta, porque es un o una adolescente. Probablemente si exiges demasiado, su rebeldía, frustración o rabia crezca.
- Comunícate abiertamente, habla con él o ella, pregúntale por su estado de ánimo, por sus días y por sus preocupaciones. También manteniendo el equilibrio, los o las adolescentes quieren atención, pero atención limitada, ya que no son niños y niñas, y también necesitan su intimidad y a veces no quieren compartirla con su familia. Respétalo, pero actúa abiertamente y dale confianza para que pueda contar contigo si se encuentra en una situación difícil, sea del tema que sea.
- Lamentablemente no puedes escoger las amistades de tu hijo/a y menos en la adolescencia. Deshagamos el mito de “dime con quién te juntas y te diré quién eres”. Volved a vuestra adolescencia y pensad en vuestro grupo de amigos y amigas. Ellos eligen a sus amigos y amigas, tu único papel es exponerle los peligros de la adolescencia, consumo de estupefacientes, alcohol, peleas y posibles consecuencias de la noche. Además de exponer dichas preocupaciones, debes de darle alternativas, por mucho que el o la adolescente te conteste un “Sí, sí”, tienen en cuenta lo que los referentes le comentan y pueden ponerlo en práctica si se encuentra en alguna situación.
Estos son algunos consejos para padres y madres de hijos e hijas adolescentes. Os explicaremos una breve metáfora para que podáis entenderlo mejor. La adolescencia es un amplio camino en el que los referentes deben acotarlo con límites, pero dejar un posible margen de error por el que deben pasar. Si no hay límites en el camino, el camino se hará ancho y el margen de error será mucho mayor, con lo que aparecerán muchos más errores y el o la adolescente andará mucho más perdido o perdida. Así pues, recordad poner límites en el camino del o de la adolescente sin limitarlo mucho, pero sin dejarlo totalmente abierto. Al final, cuando somos adultos o adultas damos las gracias por los límites que nos pusieron en la adolescencia, aunque en ese momento fueran nuestro peor enemigo.
¡Ánimos para las dos partes, que ya sabemos ninguna es fácil!
El Equipo de Somni Psicologia