conflictos, Emociones, Gestión Emocional, NUESTRO BLOG, Parentalidad, Terapia

El tercer trimestre escolar es el más cortito de todos. Tanto nuestros/as peques como nosotros/as lo empezamos soñando ya con las vacaciones de verano. Empiezan las fantasías con la playa, la organización de viajes, la lista de todo aquello que haremos en cuanto nos lo permitan…
Sin embargo, la demanda para trabajar conflictos familiares con los niños y las niñas tiende a aumentar a la vuelta de vacaciones. Y ahora, después de la vuelta a la rutina post semana santa, nos llegan muchas familias que explican que necesitaban ya la vuelta al cole.
¿A qué puede ser debido este suceso?
Como siempre os decimos, cada familia es un mundo y cada peque, otro distinto. No podemos generalizar nunca. De hecho, habrá muchas familias en las que esto no ocurra. Aun así, os contamos las causas que más observamos:
- Expectativas demasiado elevadas y/o dispares: Aquí entran en juego dos factores, nuestras propias expectativas, no sólo hacia las vacaciones, sino también hacia la crianza de nuestros y nuestras peques; y las expectativas que ellos y ellas también puedan tener. En caso de que estás sean muy dispares o, de que alguna de ellas no se llegue a cumplir, nuestras vacaciones ideales pueden venirse abajo.
- Augmento del tiempo en familia: Pese a que el tiempo familiar es algo muy deseado en vacaciones, no hay que pasar por alto que existe un límite a partir del cual puede acabar convirtiéndose en “demasiado tiempo en familia” si cada uno de los miembros pierde su espacio propio.
- Falta de rutina y gestión de cambios: ¡Bendita rutina! Nos quejamos mucho de ella, pero es muy necesaria para nuestra gestión emocional ¡y la de los peques, claro! Una falta total de ella, nos lleva a una continua gestión de cambios e imprevistos, que pueden ser causa de muchos conflictos familiares.
¿Qué podemos hacer para evitar que esto ocurra en las próximas vacaciones?
Podemos intentar controlar estas variables en la medida de lo posible. Una forma fácil es buscar actividades para nuestros niños y niñas con sus iguales, ya sean casales de día completo, sólo de mañanas o actividades puntuales algunos días.
Evidentemente, buscad aquellas que se adapten más a vuestra familia, a los intereses de vuestros peques y, sobre todo, que puedan facilitar la gestión del tiempo en familia. Esto favorecerá una rutina flexible, unas expectativas controladas de ese tiempo y una pequeña reducción del tiempo conjunto, que nos permitirá que el tiempo compartido sea de calidad.
Además, estos espacios nos pueden permitir fomentar aquellos aprendizajes que normalmente no se favorecen dentro del currículo académico escolar: la inteligencia motora, la interpersonal, la emocional… ¡las vacaciones son una gran oportunidad!
¿Y qué pasa con el tiempo libre en casa?
- Buscad recursos que os permitan encontrar ratos de diversión compartida con vuestros niños y niñas. Momentos en que no haya “bien” o “mal”, sólo diversión.
- Proporcionad herramientas para que los y las peques tengan ideas de qué hacer cuando no podemos dedicarles el 100% de nuestro tiempo.
- Establecer una pequeña rutina, flexible, pero que señale los espacios para cambiar de actividades y de compañías.
- Organizad pequeñas quedadas con sus iguales. No hace falta que sean sus amigos/as del colegio, pensad en familia extensa, amigos, conocidos…
- Si aparece un pequeño conflicto, validad sus emociones, pero dejadles espacio para gestionarlo. Tener más tiempo, es un lujo para trabajar la gestión emocional, dejando todo el tiempo que cada uno necesite.
Esperamos que os haya resultado interesante el artículo y, si queréis algunas ideas de actividades para vuestros y vuestras peques las próximas vacaciones de verano, ¡estad muy pendientes a nuestras redes sociales! ¡Pronto tendremos novedades!
¡Hasta el próximo miércoles!
El Equipo de Somni Psicologia
Autocuidado, Emociones, NUESTRO BLOG, Salut Mental, Terapia
¡Estamos de vuelta!
¡Qué horror volver! ¡Cómo puede pasar el tiempo tan rápido! ¡Oh, no para volver al trabajo!
Hoy venimos a hablar de cómo superar la vuelta a la rutina. Es importante no empezar con frases o pensamientos pesimistas, porque aunque cuesta, la mente es muy sabia y nos hace creer todo lo que pensamos o queremos creer. Cuantos más mensajes negativos nos digamos, peor nos sentiremos y más emociones desagradables construiremos.
¿Qué nos gusta de las vacaciones? Compartir experiencias con amigos, el espacio personal, desconectar de la monotonía, descansar, tener tiempo para nuevos retos…; entre otras muchas cosas. ¿Es compatible ahora que estoy de vuelta a la rutina? Sí. ¿Es difícil? También. Es por eso que hoy os proponemos algunos consejos para lograrlo.
- Organiza tu tiempo: no olvides hacer lo que te gustó durante tus vacaciones. Hay tiempo para todo, organízate y programa un tiempo, aunque sea corto, para seguir haciendo esas acciones que te hacen sentir bien.
- No olvides tu grupo de apoyo social: busca momentos para hacer un café, una cerveza o un partido de pádel. Disfruta del momento, sin anticipar el día de mañana.
- Busca un hobbie y ponlo en práctica (si es algo nuevo mejor): al hacer cosas nuevas, creamos nuevas redes neuronales y eso nos hará sentirnos activos/as y productivos/as. Trata de comenzar un nuevo deporte, aprender a coser, aprender a tocar un instrumento o cocinar un nuevo plato.
- ¡Importante! ¡Cuida tu cuerpo!: come sano, haz tareas físicas, yoga, sal a pasear, busca un deporte con el que te sientas cómodo/a y explótalo.
- No olvides cuidar tu salud mental: busca tareas que alimenten tu mente, por ejemplo, empieza un nuevo libro, aprende un idioma, busca algo que te genere curiosidad y aprende a fondo sobre ello.
Estas son algunas de las opciones que puedes realizar. ¡Sobre todo! Pon estructura en tu día a día. Te aconsejamos que hagas una lista de tareas obligatorias, laborales, familiares, domésticas; y una lista de tareas obligatorias de ocio, espacio personal, cuidado mental y físico. Distribúyelos durante la semana y oblígate a hacerlo. No dejes que el estrés del día a día y la vuelta a la rutina aten tus días, el tiempo corre y no podemos controlarlo, pero podemos controlar y organizar nuestras acciones y nuestra rutina.
¡Nos vemos el próximo miércoles! Si tienes alguna propuesta sobre lo que quieres leer, solo tienes que escribirnos y estaremos encantadas de ponerlo en práctica.
El Equipo de Somni Psicologia
Autocuidado, Emociones, NUESTRO BLOG, Salut Mental
Llega el verano, y con él, las mil y una expectativas. Hay personas que disponen de vacaciones estos días, y tan si es así como si no, probablemente todas llevamos meses imaginándonos cómo será esta época veraniega.
A menudo, imaginamos que el verano será idílico; estaremos haciendo muchísimas actividades diferentes, con amistades, familia y/o pareja, y todo lo que sentiremos será alegría y desconexión. Pero la vida no es una película ni un video de una red social.
¿Qué queremos decir con esto? Pues que es lógico y normal que vivamos varias emociones estos meses, y no todas ellas sean agradables. Puede ser que nos sentimos frustradas y frustrados cuando haya planes que se cancelen o haya imprevistos (relacionados o no con la COVID-19); puede pasarnos que nos sintamos aburridos o aburridas porque no sabemos cómo rellenar nuestro tiempo; o incluso que nos agobiemos por exceso o carencia de planes. Quizás nos sentimos tristes a causa de alguna pérdida significativa, que se hace más patente estas semanas; o asustados/das a causa de los rumores de nuevos brotes.
Sea cual sea la emoción que destaque, ¡es sana! Es muy importante que la escuchemos y la aceptemos, y que procuremos darnos un espacio a vivirla. ¿Qué más podemos hacer?
- Podemos hablarlo con personas próximas o escribirlo en un diario
- Podemos hacer un registro de nuestras emociones para comprenderlas de manera más cuidadosa
- Podemos hacer deporte, o alguna actividad física diferente que nos estimule, como hacer excursiones
- Podemos organizarnos una rutina de actividades a hacer, de forma que reducimos la apatía y/o el caos
- Podemos procurar bajar revoluciones viendo una película y/o leyendo un libro
- Podemos simplemente relajarnos tomando un poco el sol (¡con protección!)
- Podemos quedar con unos amigos o amigas de manera presencial o, incluso, ¡telemáticamente!
- Podemos pedir ayuda a la gente de nuestro alrededor y/o a uno/a profesional
Entendamos pues que es importante poder disfrutar del buen tiempo, siempre y cuando no nos presionamos en exceso y seguimos cuidando nuestra salud mental. ¡Los altibajos son normales!
¡Esperamos que os haya gustado esta reflexión! ¡Que tengáis una buena semana!
El Equipo de Somni Psicologia